Hidrogimnasia
¡Todos al agua!
Se acerca la temporada de piscinas, lo que ofrece una imperdible oportunidad de practicar todo tipo de deportes. Pero no sólo la natación tiene efectos positivos en el organismo: la gimnasia en el agua es otra alternativa que también tiene grandes beneficios.
Por Andrés Molina
Básicamente, consiste en realizar rutinas de ejercicios bajo el agua, sin que necesariamente exista un conocimiento previo o una técnica exigente. Por eso, es una práctica que pueden realizar jóvenes y adultos. Sólo se requieren las ganas, una piscina y un especialista que dirija los movimientos.
Gabriela Retamales es profesora de educación física e instructora de hidrogimnasia de Numancia Sports. Según ella, esta disciplina, en general, es recomendable para todas las personas, aunque siempre se debe considerar el estado de salud de cada alumno y, si es necesario, sugerirle alguna variación en la ejecución de un determinado ejercicio.
“A todos les sirve la hidrogimnasia, incluso a embarazadas, ancianos, personas operadas de rodilla o tobillo, con problemas lumbares o cardíacos. Aunque algunos debieran tener más cuidado en realizar ciertos movimientos. Cabe recordar que con esto no sólo trabaja el cuerpo sino que también la mente y el espíritu”, agrega.
Beneficios
Al realizar estos ejercicios el cuerpo, aparentemente, experimenta una sensación de pérdida de peso, que reduce la tensión y el impacto sobre las articulaciones. Además, al realizar la actividad en el agua, se trabaja con la resistencia de ésta, por lo que no es necesario utilizar materiales extra para trabajar grupos musculares”, explica la especialista.
La hidrogimnasia posee componentes que la hacen una actividad con todas las características de un acondicionamiento físico general: aumenta la capacidad aeróbica, potencia la fuerza muscular y otorga mayor flexibilidad.
“Por lo general, se ejercitan grandes grupos musculares (muslos, abdominales, brazos). Pero en clases más avanzadas, se pueden utilizar mancuernas o flotadores para fortalecer bíceps, tríceps, pectorales y deltoides, específicamente”, asegura la profesora.
Otros músculos que se ven beneficiados son los abdominales y los dorsales. “Por la parte posterior se pueden trabajar los dorsales (espalda) y los isquiotibiales (posterior al muslo). En resumen, todo el cuerpo trabaja”, agrega la experta.
Embarazadas
Esta práctica también está recomendada para las mujeres embarazadas, porque permite ejercitar el cuerpo en un ambiente que no representa mayores riesgos ni para la madre ni para el bebé, puesto que al estar rodeada de agua se minimizan las posibilidades de accidentes, luxaciones o caídas.
Además, muchos aseguran que existe una relación mística cuando las futuras mamás realizan movimientos rodeadas de un medio acuoso. Esto, porque se vuevle a los orígenes, a la misma sensación que el niño o niña en gestación tiene -en ese instante- al interior del vientre materno.
Tal como explica la instructora de hidrogimnasia, esto no se trata sólo de fortalecer el cuerpo, sino que de remontarse a los orígenes, liberarse del estrés, de las ataduras y de abrir los sentidos a todas las emociones que se viven cuando el ser humano entra en contacto con el agua.
Por supuesto que en el caso de las embarazadas, debe haber más medidas de precaución, sobre todo en lo que respecta al nivel de exigencia y a la higiene. Cabe recordar que estar mucho tiempo en el agua y el exceso de humedad, si posteriormente no se seca con prolijidad, puede provocar algunas lesiones en la piel.
Los instructores saben el tiempo exacto que debe estar una persona en el agua. Manejan los tiempos, las rutinas y los ejercicios para tonificar determinados grupos de músculos. Y si a todo eso se le suma la diversión y la distensión, tenemos una disciplina perfecta. ¡Atrévete!